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viernes, 17 de septiembre de 2010

Mi primer viaje a Praga






El vuelo desde España había sido muy bueno n la compañía Checz Airlines. Era la quinta vez que pisaba el aeropuerto de Praga, pero por la circunstancia que fuera no había tenido la posibilidad de pisar la capital checa. Esta era la oportunidad, aprovechando un par de horas libre que me dejo mi amigo Miroslav Navara antes de que llegara por mí al hotel Skalka para llevarme hasta Znojmo, donde se celebran las Fiestas de la Vendimia y del Vino.

Fue un recorrido por Praga en forma de letra P. Tomé la línea A del metro, la de color verde y, sin pagar, me fui hasta la estación Museum, donde se cruza con la línea amarilla, la B. Nada mas salir, me di cuenta de que estaba en el centro de la ciudad. Más tarde leí que fue en este paseo, en este bulevar, donde los checos valientemente hicieron frente a las tropas de Varsovia, aquella Primavera de Praga en que intentaron darse un aire de libertad.

Tiene Praga ese ambiente de ciudad turística y cosmopolita, donde se encuentran ciudadanos de los más diversos países: españoles, chinos y… hasta vietnamitas, que copian a aquellos yendo con su cámara de vídeo por todas partes. Esto me ocurrió en este paseo, mientras tomaba un café en el interior de un antiguo tranvía convertido en bar para los viajeros que recalan en la ciudad frente al famoso hotel Europa, que el actor Tom Cruise mandó cerrar para rodar la película “Misión imposible”.

Y el viajero continúa su camino para conocer una especie de “tráiler” de lo que es Praga. Camino por las callejuelas de la antigua ciudad y me llevan hasta la Torre del Reloj Astronómico, donde enfrente hay un restaurante típico español “El toro negro” Y en la Plaza Mayor, una exhibición de Salvador Dalí y un poco más allá la “embajada” cultural de ARCA, el aula de recursos de català “Carlemany, que enseña catalán a todo aquel checo que quiere aprenderlo y ¿pagando? Y para terminar mi paseo “español” por Praga un grupo de diversas regiones hace turismo; el hotel Barceló Praha situado en un renovado palacio de la ciudad antigua, preciosamente restaurado, y un folleto con numerosas visitas por la ciudad que está en varios idiomas y que sugiere recorrer Praga a diversas horas del día por tierra y por las aguas del río Moldova.

Este “tráiler” de viaje por la capital checa me ha gustado; Habrá que repetirlo con más calma y ahora… con destino a Znojmo, una de las capitales del vino de Moravia. Pero esta es… otra historia.

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